lunes, 26 de septiembre de 2011


La identidad sexual no tiene que ver con la forma en que el sujeto es considerado por la sociedad, sino que hace referencia a cómo se considera a sí mismo: varón o hembra, tenga la apariencia externa que tenga.

Un sujeto intersexuado tiene características congénitas tanto de varón como de hembra, como por ejemplo tener una configuración cromosómica XX (hembra) pero tener un falo masculino, o puede ser XY (hombre) y tener vagina en lugar de pene. Los individuos intersexuados se identifican como hombre o mujer, pero en pocas ocasiones como intersexuados (Diamond, 1999).

El transexual es educado desde pequeño de acuerdo con su anatomía, y el rol de género y la identidad de género que se espera de ellos no coinciden con su propia autoimagen. De este modo, la apariencia externa entra en conflicto con la imagen mental que tienen de sí mismos (Benjamín, 1996, Bolin, 1987, Doctor, 1990, Green & Moneym 1969).

Los transexuales no tienen ningún rasgo anatómico del sexo opuesto, ya que son orientaciones sexuales adquiridas, pero debido al conflicto interno que tienen con respecto a su apariencia externa, en muchas ocasiones recurren a la medicina para conseguir un aspecto que coincida con su propia autoimagen. Esto lo realizan por medio de hormonas para cambiar los aspectos sexuales secundarios, como suavizar la voz, evitar la barba, etc. y también por medio de la medicina estética efectuándose implantaciones de pecho, pene, etc.

Una vez conseguida una imagen que coincida con su propia autoimagen, en nuestro país (y desde hace poco tiempo), le es posible cambiar su identidad en el Registro Civil, y casarse si lo desea, adquiriendo todos los derechos legales exactamente igual que si hubiera nacido con el otro sexo.

La orientación sexual hace referencia a las preferencias sexuales del individuo, y acostumbran a definir como homosexuales (cuando solamente se relacionan sexualmente con sujetos del mismo sexo), heterosexuales (si solo se relacionan con el sexo contrario) y bisexuales (cuando mantienen relaciones tanto con individuos de su sexo como del sexo contrario).

La orientación sexual puede cambiar a lo largo de la vida de un mismo sujeto, por ejemplo tener una orientación homosexual, pasar a una orientación bisexual, y después volver a la orientación homosexual.

En Cataluña ha sido aprobada por el Parlamento la Ley 10/1998, de 15 de Julio, de Uniones estables de pareja. En esta Ley, se contemplan los efectos y las incidencias en algunos aspectos relativos a la función pública de la Administración de la Generalitat, de las uniones convivenciales de las parejas tanto heterosexuales como homosexuales.

El Capítulo I, Artículos 1 al 18, se refiere a la Unión estable heterosexual.
El Capítulo II, Artículos 19 al 35, es referido al la Unión estable homosexual.
Hay ciertas diferencias, dadas las distintas circunstancias, especialmente en la Sucesión intestada, a favor de las uniones de pareja homosexual, ya que seguramente la Ley considera que las parejas heterosexuales, teniendo la posibilidad de contraer matrimonio, se abstienen de hacerlo, mientras que las parejas estables del mismo sexo tienen constitucionalmente negada esta posibilidad.

El término travestismo se acostumbra a utilizar en las personas que les gusta vestirse con ropa del sexo opuesto. La mayoría de los travestidos son hombres y heterosexuales. Puede tratarse de una expresión erótica, o bien una expresión de una parte de su personalidad.

“Igual que a la mayoría de los hombres heterosexuales, a la mayoría de los homosexuales no les gusta el transvestismo (Diamond, 1992, doctor, 1990). Los transexuales si que se transvisten, ya que forma parte del camino hacia el sexo con el que se identifican.

El comportamiento humano a través de estudios antropológicos. Cada cultura humana controlaba y regulaba las manifestaciones sexuales de la sociedad, desde el nacimiento hasta la muerte. Estas manifestaciones podían estar ligadas a religiones, otras a la cosmología, etc.
Por ejemplo, durante dos milenios, en China, en el marco de la dinastía Chu y Ming los literatos, cortesanos y filósofos cultivaban una elaborada estética de las relacviones sexuales. Como en la Grecia clásica el erotismo era una forma de perfección filosófica, donde se idealizaba la belleza del cuerpo masculino y se exaltaba el amor homosexual. Como puede verse, cada cultura crea de una manera explícita o implícita su propio marco de representación de la sexualidad (Manel Villegas, 2003).

¿SABE CUÁNTOS TIPOS DE SEXO TENEMOS?


¿SABE CÓMO SE OBTIENE LA IDENTIDAD SEXUAL?

Por medio de los llamados seis tipos de sexo el individuo se inclinará en mayor porcentaje a obtener su identidad sexual. Ya dentro del desarrollo psicosexual del bebé-niño-adolescente determinaremos ya con los factores antes mencionados la identidad sexual como adultos. Aunque algunos se pueden identificar psicológicamente con el género que no corresponda al biológico, su comportamiento es el del sexo contrario.

¿ALGO MÁS DE SEXUALIDAD?

La sexualidad se manifiesta como un instinto –apetito hacia un sexo o hacia los dos. Es un comportamiento colectivo o individual que tiene múltiples significados y misterios y que marca al individuo como perteneciente a uno u otro sexo.

La sexualidad es una identidad, un impulso, un proceso emocional y biológico, es la actitud total y la expresión del ser.

Las manifestaciones de la sexualidad se ven frecuentemente influenciadas por nuestras actitudes o convicciones religiosas, sociales, familiares y hasta políticas. Éstas no pueden restringirse a la recámara conyugal o de pareja, a una determinada área del cuerpo, a la noche o al día ya que en ellas se incluye el cómo de nuestro comportamiento, y en última instancia lo que realmente somos.

Nacemos sexuados y morimos sexuados. La sexualidad nos acompañará toda la vida no podemos ignorarla.

La sexualidad es un proceso dinámico, nunca estático.

Hay muchos criterios rígidos y perspectivas estrechas acerca de la sexualidad todavía, actualmente, considerándola como un asunto privado, vergonzoso e inaceptable como tema de conversación. Estas actitudes hacen que gente con problemas sexuales, no se atrevan a consultar a un profesional.

Mucha gente pretende poner al hombre y a la mujer como opuestos siendo que dentro de su sexualidad son más las similitudes y semejanzas entre los dos sexos que las diferencias.

Un sano manejo de la sexualidad es ejercerla con una relación interpersonal en la que exista comunicación, apertura, afecto y responsabilidad, sopesando los pros y los contras en forma racional y sensata sin dañarse ni dañar a nadie para que así se pueda vivir libre de angustias y disfrutando plenamente de ellas.